Abierto de Febrero a Noviembre
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Para pasar un fin de semana con su pareja, Collioure es el destino ideal. Orgullosa de su identidad auténtica y preservada, ofrece el típico ambiente de las ciudades costeras del Mediterráneo. Un paseo por las callejuelas sombrías o por los animados muelles revela una ciudad viva, con un rico patrimonio, en donde cada piedra, cada lugar, recuerda la historia sin encerrar al visitante en un pasado paralizado. La ciudad vive al ritmo de sus habitantes y de sus visitantes, palpitante y colorida, acogedora y generosa.
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Todas las habitaciones de Casa Païral son únicas. Cada uno se convertirá, durante un fin de semana, en un acogedor capullo para una pareja de enamorados. La decoración mezcla estilos y materiales, épocas y colores, en un acertado maridaje de lo vintage y lo moderno, aportando el imprescindible toque "exótico" para hacer una estancia única. Y para el siguiente fin de semana en pareja, ¡siempre puedes descubrir otra habitación y otro ambiente!
Difícil no pensar en comer bien cuando se pasa un fin de semana en pareja en Collioure.
Y es que la región está repleta de buenas mesas. Y en todas podrá degustar un vino de Collioure.
Blancos aromáticos, un rosado nervioso con aromas frutales y florales, tintos fuertes y de raza…
La elección resulta difícil. Todos se pueden combinar a la perfección con la cocina mediterránea típica.
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Los deportistas sabrán apreciar la amplia oferta de excursiones en las cercanías de Collioure: a pie, en bicicleta o, por qué no, a caballo, la región se mostrará de otro modo, y usted podrá descubrir una naturaleza preservada y un departamento aún "salvaje". Los amantes de la pintura disfrutarán de las exposiciones permanentes del Castillo Royal o de una visita al Museo de Arte Moderno de Céret o al Museo Dalí en Figueres, a unos kilómetros, en España.
El objetivo era sencillo: dejar por una vez a los niños con sus abuelos y pasar un fin de semana en pareja en Collioure. Elegimos el destino hace algunas semanas y reservamos dos noches en el hotel La Casa Païral. El ambiente de la ciudad es fantástico: la marca de la historia se siente en todas partes, y es realmente agradable salir a tomar algo o degustar el exquisito marisco en los muelles, disfrutando al mismo tiempo de las excepcionales vistas del campanario y del Mediterráneo. El hotel está lleno de encanto y nos habría gustado quedarnos más tiempo para "probar" cada habitación, ¡pues cada una es única! Pero ya tenemos el destino de nuestra próxima escapada en pareja: un fin de semana en Collioure, en el hotel La Casa Païral.
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